educación en finlandiaeducación en finlandia

Muchas veces cuando se habla de Finlandia, se menciona “la mejor educación del mundo”. Es la fama que lleva años asociada al país, tanto que al solo mencionar el nombre, la gente piensa en los exámenes internacionales PISA y al famoso dicho “en Finlandia los alumnos no tienen tareas de casa”.

Ese es el primer mito que voy a derrumbar. Sí hay tarea desde los primeros años de la primaria, pero no siempre es obligatoria, sino que, en años más avanzados hacerla está en la consciencia de cada alumno. Sirve más que nada, para practicar los temas vistos, como repaso.

Sí, suele haber varias entregas obligatorias. Pueden ser de todo, desde presentaciones grupales hasta ensayos de “x” cantidad de páginas. Cuando yo iba al colegio eran escritas a mano, pero hoy está todo digitalizado – visité mi antigua secundaria el año pasado y quedé en shock al ver que todos los estudiantes habían traído sus laptops-.

Siempre voy a subrayar el hecho que la educación en Finlandia en todos los niveles, incluyendo el universitario, es gratuita. Todos tienen acceso a educación escolar desde los seis a los quince y dieciséis años por ley. Después cada quien elige su rumbo: seguir en la secundaria (similar a los high school) o en un colegio más bien técnico, equivalente a un nivel educativo, no considerado un terciario. Lo mismo pasa con las universidades y los llamados colegios técnicos superiores.

Dentro de la secundaria, la mitad de las materias son obligatorias y la otra mitad las elige el estudiante, y luego rinde un mínimo de cuatro exámenes finales donde la elección de las materias rendidas es bastante laxa – el idioma nativo es obligatorio (suele ser el finés donde hay que analizar artículos de prensa o publicidades y escribir un ensayo), y de los siguientes cuatro hay que elegir mínimo tres: el sueco, un idioma de nivel A, matemática (“larga” o “corta”, o sea más complicado o más sencillo) y una materia “real” (historia, física, filosofía etc).

El mito de la mejor educación del mundo (sí, hoy en día puede considerarse mito, dado que el nivel frente a comparaciones internacionales decayó en las últimas décadas) tiene sus raíces en los años 70´. En ese momento nació lo que se puede considerar el modelo de “estado de bienestar” donde se decidió invertir en la educación y orientar la mirada hacia las futuras generaciones.

Curiosamente, pocas universidades finlandesas encabezan los ranking internacionales. En el listado de Times Higher Education*, la Universidad de Helsinki (donde empecé yo en septiembre) está en el lugar 101 y la Universidad de Aalto en el lugar 202. El acceso a las universidades (incluyendo los técnicos) es muy restringido y complejo. En el año 2022 hubo 137 976 aplicantes, de los cuales entraron 52 831, es decir, un 2.61 %.

Las facultades más populares en cuanto a la cantidad de aplicantes de este año** fueron las de negocios, seguidas por las de medicina y de abogacía. La carrera de psicología es mucho menos popular que en Argentina, y además las especializaciones muchas veces son pagas, y es un campo conocido por ser costoso.

Si hay una cosa para destacar de la educación finlandesa, es el énfasis que le pone al estudiante como individuo. Esto seguramente tiene correlación con la menor cantidad de alumnos – desde la primaria las aulas tienen un número limitado de alumnos y una cantidad fija de alumnos por enseñante. Además, saliendo de la secundaria que sea, el nivel del alumno es prácticamente invariable – los exámenes y los contenidos son nacionales y no hay tanta variación por Instituto como en Argentina.

Pienso en mi experiencia en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y casi me causa gracia (o tristeza, la verdad no sé) la diferencia. Entiendo que en una universidad tan masiva, donde a veces los estudiantes se tienen que sentar en el piso o en el pasillo, poder hacer mantenimiento individual, de los estudios y de la salud, es prácticamente imposible. Es una lástima. Varios estudiantes con los que charlé hablan del clásico “en la UBA sos una cifra, no una persona”, aunque quiero destacar que personalmente tuve docentes excelentes que me ayudaron específicamente, pero eso después de las clases masivas del CBC, y considerando que Biología no se compara en cantidad de alumnos con, por ejemplo, medicina.

En teoría, a mí me encanta que todos los que quieran aplicar tengan la posibilidad de entrar a la Universidad. Luego si el CBC o los primeros años de la carrera son factibles para todos es otra discusión. Pero sí tiene el lado B que la cantidad de los que egresan, no tiene correlación con la cantidad de profesionales necesitados por el país, aunque eso tampoco se cumple al 100% en Finlandia.

El modelo universitario finlandés no es perfecto. Para entrar a una carrera popular como abogacía, prácticamente hay que pagar cursos preparatorios sí o sí, los cuales pueden costar arriba de los 1000 euros fácil. Estos cursos preparan a los alumnos específicamente al examen de entrada. Al final, todo depende de lo que cada uno prefiera como sistema, no hay respuestas sencillas en cuanto a cuál es absolutamente mejor que el otro, porque cada forma de estudiar y aprender también es diferente.

educación en finlandia
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Se puede acceder también directamente a la Universidad con las notas de los exámenes finales de la secundaria, donde cada examen y cada nota, suma puntajes diferentes dependiendo de la carrera. Por ejemplo, yo entré con mis exámenes de secundaria, aunque habían pasado nueve años desde que egresé. Más que nada los 9s que tenía de español (nivel A), de inglés (nivel A) y finés (nivel nativo) me sumaron los puntos. Esto me parece que presiona aún más a los alumnos que empiezan la secundaria a los quince o dieciseis años, para saber qué quieren estudiar y ser “de grandes”, pero puede ser más fácil por ejemplo, para un estudiante que ya estudió mucha biología y química y quiere entrar a medicina.

En Finlandia la libertad que los alumnos tienen para ajustar sus estudios según sus deseos, es increíble. Para lo que se considera un título de Bachelor’s, se necesitan 300 puntos de cursada, de los cuales 180 corresponden a la carrera en sí, y 120 a lo que se puede considerar una mini segunda carrera que puede ser de otra facultad o hasta otra universidad.

En fin, aunque en rankings internacionales Finlandia ya no tiene el lugar que tenía, la educación, tiene muchos puntos a favor: yo estoy muy contenta de que las clases duren 90 minutos y que curse dos días por semana, no más de 6 horas seguidas, para mis seis materias en total. Entiendo por qué sigue siendo considerada la educación finlandesa como una de las mejores del mundo. Es uno de los pilares más importantes del país y del pueblo – como corresponde, ¿no?

 

 

*https://www.mastersportal.com/ranking-country/9/finland.html
*https://www.timeshighereducation.com/world-university-rankings/2022#!/page/0/length/25/locations/FIN/sort_by/rank/sort_order/asc/cols/stats
**https://yle.fi/uutiset/3-12384182

Por admin